PADRE RIOULT I
¿Por qué razón no tuvo lugar un levantamiento de los sacerdotes de la Fraternidad San Pío X cuando sus Superiores perdieron el agarre en la doctrina católica, lo que provocó la traición a la obra de Monseñor Lefebvre la cual se volvió perfectamente evidente desde Marzo del año pasado en adelante? El Padre Olivier Rioult, pionero de la “Resistencia” en Francia, dio varias buenas razones el mes pasado en una entrevista accesible en francés en pelagiusasturiensis.wordpress.com El resumen siguiente está libremente adaptado a partir del texto original:--
Básicamente, el pecado original: Mientras que el combate del principio por la Tradición en los años 1970 y 1980 había logrado garantizar la supervivencia de los elementos esenciales de la Fe, los Tradicionalistas se sentaron sobre sus laureles para gozar de sus confortables reductos y se instalaron en una rutina cómoda de la cual les cuesta ahora salir. Ellos han perdido el espíritu del combate de la Fe.
Segundo, esta forma particular del pecado original que es el liberalismo: En el transcurso de los últimos diez años, los Superiores de la Fraternidad han debilitado el combate contra el liberalismo, el error y la falta de modestia. Pero, dejar de nadar contra la corriente es dejarse llevar por ella, y un buen número de sacerdotes de la Fraternidad -- no todos, de ninguna manera -- se han vuelto más débiles en sus convicciones y en su prédica.
Tercero, el activismo: algunos colegas pueden también dejarse desviar por un ritmo excesivo en sus tareas sacerdotales que no les deja tiempo ni inclinación para leer o estudiar. Transformándose en simples administradores y comunicadores, se debilitan en sus convicciones y en sus prédicas.
Cuarto, el maquiavelismo de Monseñor Fellay: durante años su doble discurso engañó a todos excepto a una minoría de almas clarividentes que no pudieron en absoluto se hacer escuchar. Fue sólo el año pasado que terminó de quitarse la máscara con el “Cor Unum” de Marzo y con su respuesta del 14 de Abril a los tres obispos. Había logrado adormecer a la gran mayoría de los Tradicionalistas (como lo está haciendo de nuevo ahora).
Quinto, el temor a lo desconocido: cuando el mundo todo alrededor suyo se está volviendo loco y usted encuentra un reducto sano y este reducto entonces empieza también a volverse loco, hace falta una fuerza de carácter poco común para enfrentar la realidad en lugar de preferir una ilusión u otra y, ¡cuan grande es el número de ilusiones hoy en dia! Y es así que muchos Sacerdotes se están dando cuenta que están viviendo un drama que exige algunas decisiones crucificantes, pero les hace falta la fortaleza necesaria para lanzarse a lo desconocido.
Y por último, pero no menos importante, los malos Superiores: por supuesto hubo siempre liberales dentro de la Fraternidad como los hubo dentro de la Iglesia oficial, pero siempre que los Superiores se mantengan firmes, ellos pueden conservar el control. Desgraciadamente, cuando en la Iglesia oficial, Juan XXIII y Pablo VI favorecieron el liberalismo por ser ellos mismos liberales, el resultado fue una ola de alta marea, y ahora que los Superiores de la Fraternidad se han vuelto liberales, el liberalismo se extiende a través de la Fraternidad como nunca lo hubiera hecho bajo buenos Superiores, Superiores verdaderos.
Estas razones dadas por el Padre Rioult son todas ciertas, pero ninguna de ellas es más fuerte que la Fe, la cual es “nuestra victoria sobre el mundo” (I Juan V,4). En verdad, se podría decir que estas razones se resumen todas en una falta de una Fe que sea suficientemente fuerte de parte de los sacerdotes, porque están viviendo en un mundo en el cual el agarre en la Verdad de cada alma viva se ha aflojado y, si la Verdad no es cierta, ¿Cómo podrá ser cierta la Fe?
Entonces, ¿Cuál es la manera más sencilla de reforzar nuestro propio agarre en la Verdad, lo que necesitamos absolutamente hacer en las circunstancias locas de hoy día? En mi opinión:--
“Vigilad y rezad, vigilad y rezad,
Quince Misterios cada día”.
¿Por qué razón no tuvo lugar un levantamiento de los sacerdotes de la Fraternidad San Pío X cuando sus Superiores perdieron el agarre en la doctrina católica, lo que provocó la traición a la obra de Monseñor Lefebvre la cual se volvió perfectamente evidente desde Marzo del año pasado en adelante? El Padre Olivier Rioult, pionero de la “Resistencia” en Francia, dio varias buenas razones el mes pasado en una entrevista accesible en francés en pelagiusasturiensis.wordpress.com El resumen siguiente está libremente adaptado a partir del texto original:--
Básicamente, el pecado original: Mientras que el combate del principio por la Tradición en los años 1970 y 1980 había logrado garantizar la supervivencia de los elementos esenciales de la Fe, los Tradicionalistas se sentaron sobre sus laureles para gozar de sus confortables reductos y se instalaron en una rutina cómoda de la cual les cuesta ahora salir. Ellos han perdido el espíritu del combate de la Fe.
Segundo, esta forma particular del pecado original que es el liberalismo: En el transcurso de los últimos diez años, los Superiores de la Fraternidad han debilitado el combate contra el liberalismo, el error y la falta de modestia. Pero, dejar de nadar contra la corriente es dejarse llevar por ella, y un buen número de sacerdotes de la Fraternidad -- no todos, de ninguna manera -- se han vuelto más débiles en sus convicciones y en su prédica.
Tercero, el activismo: algunos colegas pueden también dejarse desviar por un ritmo excesivo en sus tareas sacerdotales que no les deja tiempo ni inclinación para leer o estudiar. Transformándose en simples administradores y comunicadores, se debilitan en sus convicciones y en sus prédicas.
Cuarto, el maquiavelismo de Monseñor Fellay: durante años su doble discurso engañó a todos excepto a una minoría de almas clarividentes que no pudieron en absoluto se hacer escuchar. Fue sólo el año pasado que terminó de quitarse la máscara con el “Cor Unum” de Marzo y con su respuesta del 14 de Abril a los tres obispos. Había logrado adormecer a la gran mayoría de los Tradicionalistas (como lo está haciendo de nuevo ahora).
Quinto, el temor a lo desconocido: cuando el mundo todo alrededor suyo se está volviendo loco y usted encuentra un reducto sano y este reducto entonces empieza también a volverse loco, hace falta una fuerza de carácter poco común para enfrentar la realidad en lugar de preferir una ilusión u otra y, ¡cuan grande es el número de ilusiones hoy en dia! Y es así que muchos Sacerdotes se están dando cuenta que están viviendo un drama que exige algunas decisiones crucificantes, pero les hace falta la fortaleza necesaria para lanzarse a lo desconocido.
Y por último, pero no menos importante, los malos Superiores: por supuesto hubo siempre liberales dentro de la Fraternidad como los hubo dentro de la Iglesia oficial, pero siempre que los Superiores se mantengan firmes, ellos pueden conservar el control. Desgraciadamente, cuando en la Iglesia oficial, Juan XXIII y Pablo VI favorecieron el liberalismo por ser ellos mismos liberales, el resultado fue una ola de alta marea, y ahora que los Superiores de la Fraternidad se han vuelto liberales, el liberalismo se extiende a través de la Fraternidad como nunca lo hubiera hecho bajo buenos Superiores, Superiores verdaderos.
Estas razones dadas por el Padre Rioult son todas ciertas, pero ninguna de ellas es más fuerte que la Fe, la cual es “nuestra victoria sobre el mundo” (I Juan V,4). En verdad, se podría decir que estas razones se resumen todas en una falta de una Fe que sea suficientemente fuerte de parte de los sacerdotes, porque están viviendo en un mundo en el cual el agarre en la Verdad de cada alma viva se ha aflojado y, si la Verdad no es cierta, ¿Cómo podrá ser cierta la Fe?
Entonces, ¿Cuál es la manera más sencilla de reforzar nuestro propio agarre en la Verdad, lo que necesitamos absolutamente hacer en las circunstancias locas de hoy día? En mi opinión:--
“Vigilad y rezad, vigilad y rezad,
Quince Misterios cada día”.
© 2011-2013 Richard N. Williamson.
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